O Valadouro cuenta con singulares rincones en cuyo recorrido encontraremos iglesias y ermitas, cruceiros, pazos e incluso vestigios de su pasado paleolítico, con restos megalíticos importantes. Pero, sin duda, su valor más preciado es el hermoso entorno natural del valle con la Serra do Xistral a la cabeza. Esto lo convierte en un destino ideal para todos los amantes de la naturaleza, pudiendo gozar de zonas de gran belleza muy lejos del ruido y el frenético ritmo de las ciudades. A continuación, vamos a presentarte algunas de estas hermosas rutas para que te animes a visitarlas en tu próxima escapada.
En la parte más alta de la sierra, donde nace el río Ouro, hay abundantes rápidos y cascadas de aguas claras que forman apacibles pozas en las que el caminante encontrará descanso y paz tras una larga caminata. La flora autóctona (abedul, acebo y roble) que nos encontraremos en las zonas más altas convive con especies de repoblación como el pino o el eucalipto en la parte más baja del valle. El paisaje es verde y frondoso, la naturaleza en su pleno apogeo. En la Sierra do Xistral se encuentra la montaña más alta de la región, el monte O Cadramón (1.052 m), donde podremos disfrutar de unas espléndidas vistas de toda la comarca de la Mariña y en días muy claros podremos ver la costa.
La riqueza de este paraje lo convierte en un trazado perfecto para realizar más de una ruta de senderismo, ya sea a pie o en bicicleta de montaña, y no son pocos los esfuerzos que se han promovido desde la comarca para poner en valor este rico patrimonio. Una de las principales impulsoras del turismo verde de la comarca ha sido la asociación “Paso Miúdo”. Esta asociación surgió del encuentro de un grupo de personas amantes de la naturaleza y de la práctica del senderismo. Abierta a todos aquellos que quieran formar parte de ella, tiene una abundante programación de rutas de senderismo por la zona y alrededores. En su perfil en el portal de wikiloc dan buena cuenta de todos sus recorridos.
Entre los logros más destacados de “Paso Miúdo” está haber rescatado el Camiño Real (Camino Real). Inicialmente recuperado en un primer tramo, desde O Valadouro hasta Mondoñedo, este camino sirve de enlace con el Camino de Santiago. En el año 2014 consiguieron, además, recuperar una segunda parte del recorrido, desde O Valadouro hasta Viveiro, para enlazar con el Camino del Mar.
También destacamos a la empresa Freixo dos Lobos, dedicada al ecoturismo y naturaleza. Fundada en junio del año 2016, es otra de las que ha sumado esfuerzos para poner en valor la comarca de O Valadouro. Entre sus objetivos principales está sensibilizar sobre la importancia de preservar y respetar el entorno natural y dar a conocer el entorno del valle aún muy desconocido para buena parte de la población.
Entre sus amplias actividades, la empresa Freixo dos Lobos ofrece desde la observación de animales en libertad, como ciervos y buitres; la organización de rutas botánicas, micológicas y de apicultura; y visitas a construcciones megalíticas de la zona. También tienen talleres de hierbas aromáticas y de preparación de cosmética ecológica y bebidas vegetales basadas en productos naturales y plantas de la comarca.
Aquellas personas con dispositivos con sistema operativo Android podrán descargarse la interesante app “Caminos de O Valadouro”,desde la que podrán tener acceso a varias de las rutas de senderismo de la zona. Es un instrumento muy útil para conocer el posicionamiento GPS concreto, localizar los puntos de interés y tener información muy práctica sobre cada itinerario que se vaya a realizar.
Pasamos a describiros con el mayor detalle posible algunas de las rutas más destacadas que se pueden realizar en O Valadouro:
La ruta de los Pozos es un sendero para ejecutar a pie que tiene una extensión variable. Es de dificultad baja, ya que se trata de un terreno con poca pendiente, lo que la hace apta para hacerla en familia. La altitud máxima del recorrido es de 220 metros. En el perfil de la Asociación Paso Miúdo en Wikiloc podremos ver dos versiones diferentes de la ruta. La primera de ellas, con una extensión de 7,75 km que llevará unas tres horas completarla; y la segunda, más extensa, con 11,43 km de recorrido y tres horas y media de duración.
Nosotros vamos a centrarnos en una ruta más ajustada de menor recorrido, unos cinco kilómetros, dejando al caminante la opción de ampliarla o no según las energías que le queden. Lo cierto es que en todas ellas la belleza del paisaje conquistará al caminante. El paraje que el río Ouro regala a la comarca de O Valadouro a su paso por la Sierra do Xistral es todo un espectáculo donde la vegetación y el agua son las protagonistas absolutas.
Iniciaremos el recorrido desde Penas de Alaxe, un pequeño núcleo poblacional distante a un kilómetro de la villa principal. Para los amantes de la historia y el arte merece la pena detenerse aquí para contemplar la iglesia parroquial de San Xoan del siglo XVIII.
Comenzaremos nuestra ruta desde el puente de Tras do Río, tomando el camino asfaltado a la izquierda del río Ferreira. Aunque es un camino poco transitado, hay que ir con precaución si se va acompañado de niños. Llegaremos hasta el puente de A Portela y veremos un cartel indicativo de la ruta. Seguimos por la izquierda hasta llegar al hermoso paraje del Pozo das Moscas.
Si seguimos adelante, llegaremos al puente de A Rexedoira y desde allí tomaremos nuestra derecha para llegar al cruce que se dirige a los montes de Gandelo. En esta parte el camino comienza una ligera ascensión y encontraremos señalizaciones de la ruta. Cogeremos el camino de la izquierda que nos llevará hasta el río Valdeinfernos, lleno de frondosa vegetación y variadas especies de árboles como el roble, el acebo o el eucalipto.
Continuaremos nuestro recorrido río arriba a través de parajes de castaños y robles hasta llegar a la señalización a la izquierda de la cascada del Pozo da Onza, una caída de agua de 15 metros de altura que forma una poza de agua tranquila donde te puedes refrescar en verano.
Retornaremos a nuestro punto de partida por el mismo camino de la ida.
La Ruta do Penido es una ruta lineal que enlaza la villa de Ferreira do Valadouro con el mágico lugar de Prado das Chantas en la Sierra do Xistral. En el inicio del recorrido saldremos de la localidad de Ferreira por la avenida da Veiga y tomaremos a la izquierda el Lugar a Lapa para atravesar una extensa zona rural hasta comenzar la ascensión hacia el Xistral. En nuestro primer tramo de recorrido llegaremos a la Iglesia de Santa Cruz, frente al Pazo de Gradaille. Este pazo es una joya por ser de los pocos que se conservan en el valle. Es de estilo barroco y se edificó entre los siglos XVII y XVIII para la familia Bolaño y Saavedra de la que aún se conserva su escudo de armas en la fachada. El interior no es visitable al ser una propiedad privada.
Continuaremos nuestro recorrido encaminándonos hacia la segunda iglesia de nuestra ruta. En este caso, la de San Tomé de Recaré, construida en el siglo XIX. Encontremos pocos metros antes un cruceiro (cruz de piedra) que nos anunciará la llegada de la parroquia.
En cuanto comenzamos a ascender podremos observar unas vistas tranquilas y oníricas del valle, con vacas pastando tranquilamente y caballos en libertad. Es una zona rica en manantiales de agua pura y fresca para calmar la sed del caminante.
Nuestro siguiente punto de interés es el curro donde se recogen los caballos de la celebración de la Rapa das Bestas, que tiene lugar en el primer domingo de agosto. Justo al lado divisaremos el famoso Dolmen de la zona.
Nuestro recorrido finalizará en el denominado Prado das Chantas, en el mismo término municipal de San Tomé. Esta composición de restos megalíticos formada por menhires de granito ocupa un perímetro de más de 300 metros. Relatan los mayores del lugar que estas figuras formaban antes círculos concéntricos. Otras fuentes señalan que en la antigüedad fue un curro para retener el ganado. Sea uno u otro el verdadero origen, lo cierto es que el lugar está cargado de magia.
La ruta tiene un recorrido de 8,7 kilómetros, con una dificultad media y altitud máxima de 594 metros. Su duración depende del medio que utilicemos en recorrerla. En bicicleta de montaña se hará aproximadamente en 50 minutos y a pie tardaremos unas cuatro horas en completarlo.
Para los que quieran hacer la ruta en coche el recorrido se completa en 25 minutos.
Una vez finalizado el itinerario, para los que hayan utilizado el coche o la bicicleta de montaña, cabe la posibilidad de ampliar el recorrido hacia la zona más alta de los montes de Penido Novo y Penido Vello.
Con una dificultad media y un recorrido a pie de un total de 22 kilómetros, la ruta del Camino Real constituye un enlace con el Camino de Santiago. La duración del itinerario completo es de unas cinco horas aproximadamente y la altitud máxima que tomaremos es de 242 metros. Como ya mencionamos anteriormente, a la Asociación de Senderismo “Paso Miúdo” le debemos la recuperación de este tramo entre O Valadouro y Mondoñedo.
A lo largo del Camiño Real encontraremos núcleos de población constituidos en los siglos XVIII y XIX, época en la que fueron de gran importancia para la zona. En la actualidad, muchas de sus casas grandes con sus cubiertas a dos aguas y con forma cuadrada o de rectángulo están abandonadas, lo cual aporta un aire melancólico y onírico al camino.
El inicio de la ruta tiene lugar en la Casa de la Cultura de Ferreira, continuando por la Avenida da Veiga. Pasaremos por Acevedo y la capilla de San Caetano y tomaremos el camino que va en dirección a la población de Mondoñedo. Continuaremos a la derecha hasta llegar a un puente e iniciaremos la subida hasta el castillo de Pardo de Cela. Esta fortaleza del siglo XV del municipio de Alfoz está muy bien conservada y guarda una importante parte de la historia del lugar. El mariscal Pardo de Cela era su señor y se opuso a Isabel la Católica como candidata al trono de Castilla. Finalmente, fue apresado y se le dio muerte en la localidad de Mondoñedo. Podemos hacer una parada en la ruta para subir al castillo y divisar desde sus muros parte del valle.
Proseguiremos la ruta y dejaremos atrás el castillo, volviendo a salir al camino y bajando hasta la Casa Pazo de Basanta. Caminaremos unos 50 metros y tomaremos el desvío que encontraremos a la izquierda, siguiendo ya las indicaciones que nos señalan nuestro camino a Mondoñedo.
A nuestra llegada a Mondoñedo podremos disfrutar de la arquitectura civil y religiosa de esta villa que es sede judicial de la provincia de Lugo y fue declarada conjunto histórico-artístico en 1985. Finalmente, recibió en el año 2015 la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Merece la pena hacer una parada reposada para disfrutar de la catedral de Mondoñedo del siglo XIII y del conjunto barroco del santuario de los Remedios del siglo XVIII. Además, tendremos la ocasión de coger las fuerzas perdidas en el camino con la rica gastronomía del lugar.
Nos encontramos ante una ruta circular de intensidad moderada para practicar a pie, con salida y llegada a la población de Ferreira. Nuestro destino más destacado será O Monte do Castelo, una peculiar cima ovalada de granito que se asemeja desde lejos a la silueta de un volcán. Por esta peculiaridad llama la atención desde diversos puntos del valle. De este monte descienden las aguas que llegan al Pozo da Onza y que ofrecen luego todo un bello espectáculo en su caída de 15 metros. En esta ruta es recomendable llevar GPS, debido a que algunas señalizaciones están en mal estado, sobre todo en la zona descenso y hay días en que la niebla puede dificultar aún más el recorrido. Encontraremos caminos con varias intersecciones y si no vamos bien orientados podemos errar en el trayecto. Aconsejamos, pues ,hacer el recorrido en un buen día en el que se disfrute de perfecta visibilidad. El sendero merece realmente la pena, pues incluye unas hermosas vistas de O Valadouro con avistamientos de buitres leonados y otra fauna propia de valle. La ruta tiene una distancia aproximada de 17,3 kilómetros con una altitud máxima de 707 metros y se completará en unas cuatro horas.
Iniciamos el recorrido a las afueras de Ferreira, cerca de la Casa de Cultura de la localidad, allí encontraremos una señalización de la ruta y un panel informativo del itinerario completo. Durante los primeros kilómetros iremos por carretera, por lo que habrá que extremar las precauciones, aunque no sea una vía muy transitada por vehículos. Continuaremos esta senda por una hora y llegaremos a un camino de tierra en el que encontraremos señalizaciones que nos indican la ruta para iniciar la subida a nuestro objetivo.
Esta subida es la parte más dura del trayecto. El desnivel acumulado en ella es de hasta 703 metros y la distancia que se recorre subiendo es aproximadamente de 1,5 kilómetros. Aunque depende mucho del nivel y práctica de los senderistas, el ascenso se completará en un tiempo medio de 25 minutos. Conforme nos aproximemos a la cumbre de O Monte do Castelo veremos que la vegetación se irá haciendo más frondosa, a veces resultará complicado penetrarla. La flora de la zona es espinosa, sobre todo abunda el retamo espinoso o espinillo, un arbusto de flores amarillas que en Galicia se denomina toxo. Aconsejamos, por ello, que se lleve protección en este sendero, con vestimenta apropiada que cubra brazos y piernas con el fin de evitar rasguños y pinchazos.
Descenderemos por el mismo camino y llegaremos de nuevo a la pista de tierra desde la que iniciamos la subida. Llegado a este punto, en lugar de tomar la vía de la derecha en dirección a Ferreira, tomaremos la senda de nuestra izquierda donde comenzaremos a tomar altura. El paisaje que avistaremos en esta parte del recorrido es toda una estampa de O Valadouro: vacas pastando, caballos salvajes, nacimientos de agua y una profusa vegetación. En esta zona del recorrido es donde hay que tener especial cuidado porque es donde encontraremos en peor estado las indicaciones y podríamos despistarnos.
Seguiremos nuestro trayecto por unos cinco kilómetros hasta llegar a un camino estrecho de tierra. Como dato curioso, a este tipo de caminos se le suele llamar “caminos de herradura”. Hasta el siglo XIX era prácticamente la única forma de comunicación entre comarcas y poblaciones. La explicación a su nombre es que se trataba de sendas en las que solo podían transitar caballerías, siendo imposible el paso de carros por ellos.
Debido a las lluvias o a recientes nevadas es posible que nos encontremos el camino embarrado. En este camino de subida podemos, incluso, ver el mar, si el día es claro y con buena visibilidad. Tras unos 20 minutos caminando, iniciaremos el descenso, pasando por la cascada de O Pozo da Onza, a la que también se llega en la Ruta dos Pozos. Después de recorrer alrededor de siete kilómetros, llegaremos a nuestro punto de partida en Ferreira.
Esperemos que estas rutas te animen a visitar O Valadouro, un rincón de Galicia aún en el que la naturaleza más frondosa y exuberante se combina con un rico patrimonio civil y religioso, tradiciones populares y la amabilidad de sus gentes. ¡Te esperamos!